Jamás un ser humano valora tanto la vida como cuando se encuentra a puertas de la muerte. Me sucedió hace un año. Cuatro infartos y una úlcera estrangulada se llevaban mi vida. Fueron 14 días agonizando, cerca muy cerca del momento final. Estuve consciente de lo que ocurría a mí alrededor pero mis fuerzas no me alcanzaban, sentía que esta vez no eran superiores para salir victoriosa de ese estado cercano a la hora final.

Estuve en las manos de Dios y en las de mis hijos que día y noche se turnaban para no dejarme sola y permanecer siempre con mis manos cogidas, queriendo crear un polo a tierra y no permitir que los abandonara y que me fuera de éste mundo. Ahora, en este instante, al escribir este texto para mi amigo Jordí, lloro mientras recuerdo y pongo en letras ésta experiencia. Pero al tiempo lo hago con un gozo inmenso en mi alma. Finalmente me quedé en éste mundo terrenal entendiendo que el amor es el músculo más importante de la vida. Por eso mi mayor invitación después de mi experiencia es AMA Y VIVE para AMAR.  Vive siempre como si fuera el último día, pues mañana no sabremos si estaremos acá.

Cuenta la historia que un hombre se paró frente al público y contó un chiste del que todos rieron. Al cabo de un rato  volvió a contar el mismo chiste y todos volvieron a reír. Así muchas veces hasta que nadie pero nadie rio. Esta historia me conmueve especialmente, porque muchas veces así somos los humanos, te invito para que pienses… Si no puedes reírte varias veces de una sola cosa, como en esta simple historia, ¿Por qué lloras siempre por lo mismo?

Lo único que la vida no te puede prohibir es el derecho a ser feliz! Sé que la vida a veces no es fácil, pero también sé que si se enfrenta con la mejor actitud es más llevadera. La felicidad se compone de instantes. Procura que sean tantos y suficientes que puedas decir al final de cada día HOY, HOY FUÍ FELÍZ.

Me aterro de ver como cotidianamente encuentro personas que pierden su salud por ganar dinero y cuando lo tienen lo pierden por recuperar su salud!

Por eso ahora, y después de mi experiencia cercana al momento final, he vuelto a vivir con las ansias locas de quien nunca había experimentado la libertad!!. Y si me encuentras en la calle no me preguntes de qué me rio. Recuerda que la risa espanta la tristeza porque ellas nunca podrán estar juntas. Y vive, vive como yo, con toda tu fuerza, con todo tu amor el HOY, pues como dice la canción…Yo no sé mañana! Yo no sé mañana!

Finalmente en mi camino de alegría y amor, de escenarios y humildad, te sugiero que pidas a Dios que derrame bendiciones sobre todo y sobre todos, pues la promesa nos dice que de lo que das recibirás y en abundancia. No me queda más que insistir en el valor que tienen las cosas pequeñas. Esas que antes pasaban por mi vida de manera inadvertida. Esas de las que se compone la vida. Hoy, por ejemplo, me di cuenta que en mi balcón todas las mañanas un pájaro canta por la llegada de un nuevo día y que no hay manjar que supere el comer la pega del arroz con cuchara y en el mismo caldero! Sientan mi fuerte abrazo y mi infinito amor. LA GORDA FABIOLA